domingo, 19 de agosto de 2007

NOTICIAS DEL DIARIO LA TRIBUNA DE LOS ANGELES.

Al conmemorar 30 años de vida, el diario LA TRIBUNA de Los Angeles en su Editorial publicó lo siguiente:
"Ayer, debió celebrarse públicamente el 30 aniversario del Coro de Voces Blancas de Los Angeles. Si bien se conoció de la llegada de algunas tarjetas de saludo, la institución espera realzar esta fecha con un futuro concierto especial, que incluya algún invitado notable. Así, será un festejo en forma, como saben hacerlo tan bien ellos, cantando.
Náció el 9 de agosto de 1977, por expresa solicitud del entonces director provincial de Educación, Jorge Toro Peña, quien eligió como la encargada de organizarlo y dirigirlo a la profesora María Angélica Iturra Cárdenas, directora de la Escuela No 56 de Corcovado, Santa Bárbara. No fue una elección arbitraria, ya que ella había configurado el primer coro de niños campesinos, que ya habían mostrado su arte en la zona.
Si bien esa idea era sólo crear un coro para participar en una competencia a nivel provincial y regional, representando a todas las escuelas básicas de la comuna de Los Angeles, con el paso del tiempo y luego de tres décadas, se ha transformado en una innegable embajada artística, que ha paseado con su nombre de la ciudad en muchísimos encuentros en Chile y también en Guayaquil y Quito, en Ecuador; y en las ciudades transandinas de Menedoza y Bariloche.
Cumbres de su historia de tres décadas son también la organización en 1991, junto a la Federación Nacional de Coros y la Municipalidad angelina, del Primer Festival Nacional de Coros de Niños, donde participaron 14 agrupaciones provenientes de Arica a Puerto Montt. Más recientemente, el montaje de la exitosa obra "La Pérgola de las flores", mostrada también en Ecuador, puso un sello diferente, más desarrollado, porque al simple desarrollo del arte vocal sumaron la actuación, con un notable histrionismo de los menores participantes.
Su trayectoria y calidad le ha valido un amplísimo reconocimiento y por ello, cada cierto tiempo, les llegan invitaciones para participar en encuentros y festivales, tanto en Chile, como en el extranjero, lamentablemente una endémica falta de recursos, limita que esta embajada cultural alcance una presencia mayor, debiendo rehusar muchas convocatorias, ya que si bien hay un Centro de Padres y Apoderados que se esmera por mantener a flote el grupo en lo económico, no es fácil. Al menos, cuentan con el respaldo de la Municipalidad en lo referido a la sede en que ensayan, así, como en la destinación de algunas horas pedagógicas de María Angélica Iturra para ocuparse del Coro. Justamente esa es una nota discordante, porque se recuerda que en estos treinta años, no siempre su fundadora ha tenido el mismo tratamiento respecto a su participación en esta entidad artística. En momentos culminantes, tuvo dedicación exclusiva, incluso para rastrear voces privilegiadas y darle un sentido de máxima calidad profesional al grupo. Incluso, fue elegida como encargada del Área de Música del naciente departamento de Extensión Cultural del municipio, desdel el cuan impulsó no pocos eventos de muy buen nivel y de excelente convocatoria. Fue nombrada por el alcalde Ricardo Acuña, quien la reconoción así en ese agosto de 1989, año del 25 aniversario de Los Angeles y del 12 aniversario del Coro. Pero también está lo opuesto, con menos horas disponibles de su trabajo asignado como profesora de música. Aún así, se da tiempo y ha consolidado otras instancias musicales de calidad, como la Academia de Piano, grupos musicales diversos y más recientemente , una orquesta escolar.
El Coro, con altibajos, ha seguido adelante tesoneramente, demostrando que la calidad es lo primero y que el amor al arte puede mucho más. Recientemente, se ha reconocido su trayectoria incluyéndolo en el programa "Los Angeles, ciudad educadora", inserto en una red internacional de ciudades educadoras.
Como lo dicen los amigos del Coro en un artículo que hoy reproducimos en la página 2, "treinta años, de una trayectoria brillante no pueden borrarse de la historia de nuestra ciudad por el deseo o la simpre arbitrariedad, o el desconocimiento sobre una actividad que es un ejemplo digno de imitar y de multiplicar para que sus efectos se vean traducidos en mejores y buenos ciudadanos que tanto necesitamos hoy"
Su fundadora, María Angélica Iturra, y esa legión de menores y adolescentes que han pasado por esta verdadera institución artística merecen no sólo el reconocimiento público, sino también apoyos concretos, para seguir progresando, para llevar el canto coral a tantos lugares donde resonará el nombre de Los Angeles.
Bien se conoce que en esta ciudad, hay dos espectáculos con público seguro, el folclore y el canto coral. En este marco, sea bienvenida toda muestra de nuevos respaldos."

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